miércoles, 29 de julio de 2015

21 familias encaminan una exitosa fábrica de almidón en Caazapá

Lograron incrementar hasta en un 100 % la productividad de sus fincas, construyeron una fábrica de almidón y una chipería, y además avanzan en el proceso de comercialización de sus productos.

Para los socios y socias del Comité Almidonero Santa María, los secretos de la sostenibilidad son el trabajo constante y una combinación entre organización  comunitaria, honestidad y asistencia técnica.

Ellos se consolidan como referentes que nos muestran una experiencia exitosa en producción, procesamiento y comercialización de almidón de mandioca, de la localidad General Morínigo de Caazapá. Encaminan una experiencia de cadena de valor que desde Sembrando Oportunidades se busca replicar con otros comités.

Alberto Rodas, miembro del Comité Algodonero Santa María, nos contó los antecedentes de la experiencia que están encaminando. “Para comenzar nos juntamos como 40 familias. Teníamos problemas con nuestra producción, anteriormente hacíamos almidón a mano, contaminábamos nuestras aguas y se descomponían nuestros productos y así cayeron las ventas”.

La adversidad les llevó a fortalecer su organización y pensar en una salida sostenible. Fue en el 2005. “Lo primero que debíamos mejorar era nuestro suelo. Contamos con la asistencia técnica de un ingeniero agrónomo de la Dirección de Extensión Agraria del Ministerio de Agricultura (DEAG/MAG). El nos ayudó a mejorar nuestro suelo con abonos verdes” nos contó Rodas.

Con esta asistencia técnica pasaron de producir entre 20 y 22 mil kilos a producir entre 40 y 50 mil kilos de mandioca por hectárea, aumentando considerablemente sus posibilidades de ingreso y con mayor volumen de materia prima para producir el almidón.

Llegó la cooperación. Con apoyo de la gobernación de Caazapá construyeron pozos artesianos, la cooperación alemana (GIZ) y la cooperación japonesa (JICA) también apoyaron y pudieron montar los secaderos, una oficina, la chipería y la hoy funciona como una fábrica de almidón de mandioca. El producto estrella es “Aramiro morotï”.

La fábrica produce entre 70 a 100 mil kilos de almidón al año de almidón que se vende en los comercios de la zona. “Podemos y queremos producir más, ahora estamos 21 familias y necesitamos un secadero más para aumentar nuestra producción de almidón” refirió Rodas.
“Tenemos mucha producción de mandioca, producimos todo el año, pero los secaderos no abastecen, necesitamos uno más”, enfatizó.

Los secretos en la sostenibilidad.


“Primero la honestidad, el trabajo y principalmente insisto para levantar esta fábrica con organización nos basamos en la confianza y en la honestidad” nos dijo tajantemente don Rodas.
Tanto la Chipería Santa María como la fábrica de Aramiro morotï son administradas por los socios y socias del comité. Se reúnen cada miércoles para verificar y distribuir las recaudaciones y organizan turnos para fabricar y comercializar las chipas. Esta última tarea está a cargo del Comité de mujeres, en la que están 18 socias.
La experiencia muestra la importancia de las políticas públicas que apoyan el fortalecimiento de los medios de vida de pequeños productores(as) y que los involucra fuertemente en la construcción de las propuestas que se adaptan a sus conocimientos y aspiraciones propias.




Fuente: lanacion.com.py

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