viernes, 11 de septiembre de 2015

Nutrigenómica ¡Conocé cómo vamos a alimentarnos en el futuro!

Un tipo de alimentación para cada genoma, romperá con los mitos de las dietas. "La idea de la nutrigenómica es recomendar a cada persona la dieta que más le favorezca para que a partir de los 40 años la calidad de vida no vaya hacia abajo sino que se mantenga”, resume el profesor José María Ordovás, director del laboratorio de Nutrición y Genómica en la Universidad de Tufts (EE UU).


Es uno de los mayores expertos mundiales en esta especialidad, un reciente campo de estudio que promete dar las claves para una vida mejor.
La investigación trata de averiguar qué relación se establece entre los alimentos y los genes, teniendo en cuenta que cada persona tiene variables genéticas que lo hacen diferente al resto: “Los hidratos de carbono que tanto le engordan a uno le pueden sentar genial a otro”. La aplicación de esta tecnología consistirá en poder ir a la compra con una cartilla nutricional individualizada que, después de conocer las enfermedades a las que los genes abocan a una persona en concreto, le aconseje unos alimentos u otros para prevenirlas.


Los genes no cambian por lo que comemos, pero si se expresan de una u otra manera”, explica Ordovás.
 El investigador desmitifica la idea de que en el futuro cualquier persona sabrá su secuencia genética y por tanto su dieta estará pensada únicamente para ella. El fin que se persigue no es confeccionar una dieta ex profeso para cada individuo, sino identificar tipos según sus variables genéticas: “No hablamos de miles de millones de variantes, sino de clasificar a cada persona con su talla genómica, como si le dijéramos a cada cual qué talla de pantalón le corresponde”.


Pero tanto en la obesidad como en la mayoría de enfermedades no solo entra en juego el alimento y la genética. El ambiente y el estilo de vida también tienen una importancia decisiva.

La investigación se cocina a fuego lento, pero ya han observado que dormir pocas horas o comer más tarde de lo habitual engorda más. “Lo que si hemos conseguido es demostrar que darle a cada individuo lo que genéticamente necesite no solo va a controlar la diabetes, el colesterol o la obesidad, sino que si la prevención es temprana, en edades adultas podemos evitar que, por ejemplo, se desarrollen enfermedades cardiovasculares”, dice Ordovás.
Ordovás se muestra optimista pero cauto ante los resultados de las investigaciones: “Cada puerta que abrimos no nos lleva fuera, sino a otra”. Mientras la ciencia sigue su curso, los expertos coinciden en recomendar una dieta variada, sin excesos pero tampoco tabús.




Fuente: El Pais

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