martes, 30 de septiembre de 2014

Chipá Pirú - Un tipo de chipá.


Es una de las 70 variedades identificadas de “chipa”, nombre genérico en la gastronomía popular paraguaya para designar a tortas o galletas de diversa forma y textura que tienen como base para su preparado el almidón (polisacárido de reserva alimenticia predominante en las plantas, que proporciona el 70-80% de las calorías consumidas por los humanos de todo el mundo), la grasa (de pella de vaca, o de cerdo) y el queso fresco y, en la mayoría de los casos, la harina de maíz.

La “chipa pirú” es una pequeña rosquilla abizcochada de no más de dos centímetros de diámetro, enormemente crocante (allí radica el secreto de su sabor) y que se utiliza fundamentalmente para acompañar desayunos y meriendas. Popularmente, una frase que se escucha con recurrencia cuando se habla de la “chipa pirú” es que “no se puede parar de comerlas…”

En cuanto “chipa” hace parte del denominado “Tyra”, nombre guaraní que designa a todo alimento que se consume para acompañar el “mate cocido”, la leche o el café, o que simplemente se prepara para fungir de complemento de otros platos.

Como todo plato del arte culinario del Paraguay, la “chipa pirú” es rica en valores proteicos y calóricos, por razones históricas plena y científicamente comprobadas*.

Origen del Nombre


El nombre “chipa pirú” deriva de dos vocablos de origen guaraní: “chipa“, nombre genérico en la gastronomía popular paraguaya para designar a la galleta o torta de diversa forma y textura que tienen com base para su preparación al almidón, la grasa, el queso fresco y la harina de maíz, y “pirú”, que significa flaco, fino, delgado o enjuto y que, en esta acepción para la rosquita, se traduce en “seco”. La “chipa pirú” es, pues, la chipa delgada o flaca y seca, características que definen la variedad y la vuelven única en la familia de las “chipas”.

Ingredientes


Para el preparado de la masa de la “chipa pirú” tradicional, se utilizan grasa de vaca (pella), huevos, queso Paraguay, almidón, anís, sal y leche cuajada.

Preparación


Se inicia el proceso con el batido de la grasa con las manos y en un recipiente de madera, hasta que logre consistencia espumosa y color blanco.

Se agregan los huevos batidos y a punto de torre y el queso pisado, batiendo hasta obtener una mezcla esponjosa. Se añaden entonces el almidón, el anís y la sal disuelta en leche cuajada y se amasa todo hasta lograr una mezcla perfecta.

Se preparan las roscas pequeñas y se las lleva a horno caliente (200°) de 15 a 20 minutos, controlando que no se lleguen a dorar. Se retiran las roscas y se raspa la parte de debajo de las mismas con un cuchillo, se enciman las roscas “limpias” y se las lleva a horno suave (120°) durante 20 minutos más.

Dato adicional de interés


Según algunos estudiosos de la historia social del Paraguay, toda la gastronomía popular paraguaya que se solidifica como pequeña industria familiar luego de la Guerra del Paraguay contra la Triple Alianza (Argentina,Brasil y Uruguay, entre 1864 y 1870), es muy contundente en contenido calórico pues la situación que sobrevino en el país luego del genocidio que significó ese gran conflicto bélico hizo que los alimentos escasearan, por cuya razón toda la cocina paraguaya tiene alto contenido proteico atendiendo al hecho de que las comidas diarias eran escasas.



Fuente: es.wikipedia.org

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