viernes, 11 de septiembre de 2015

La infusión más bebida en el mundo

Te invito a conocer los secretos del té, la deliciosa bebida que reconforta el cuerpo y el alma.


He tenido el placer de compartir toda mi vida con esta maravillosa bebida. Como les conté en mi primer columna, mis padres se conocieron en una empresa especiera y tealera. Aunque obviamente no era de la calidad que prefiero hoy en día me resulta imposible olvidar el aroma del té recién fraccionado.

Creo importante aclarar que té hay uno solo y es el que se elabora a partir de las hojas, tallos y brotes de la planta llamada Camellia Sinensis. Todo lo que se elabore con hojas o flores provenientes de otras plantas se llama infusión.


La Camellia Sinensis es una planta que se nace en Oriente, principalmente en China e India y luego se esparció a Birmania, Japón e inclusive a Argentina. Se clasifica de acuerdo a sus hojas, la sanidad de las mismas, su entereza así como el grado de oxidación y fermentación.

La planta llega a medir 10 a 15 metros de altura, aunque para facilitar la cosecha se la desarrolla más pequeña. Florece en primavera y está lista para ser cosechada entre verano y otoño. Momento en el se cosecha el brote y uno o dos pares de hojas.


Existen diferentes variedades de tés y una gran cantidad de grados y calidades, entre ellas:


  • El té negro es el producto de la oxidación completa de las hojas de té previamente al secado.
  • El té oolong es el producto de la oxidación parcial de las hojas de té previamente al secado.
  • El té verde es el proveniente de las hojas que han sido secadas previamente a la oxidación.
  • El té blanco es la máxima expresión de delicadeza donde no se le permite la oxidación ni la fermentación y sus hojas han sido protegidas de los rayos de sol para evitar la acumulación de cloforofila.

Hasta hace algunos años en Argentina era impensable beber otro té que no fuese negro. Con suerte se encontraba algunos en hebras aunque la mayoría se consumía en saquitos. Como sabrán, el té en saquitos es el de menor calidad, ya que se elabora con el polvo y hojas quebradas que son el sobrante de la selección de hebras.
"La diversidad de estilos es tan nuevas que solo hace unos pocos años que el Código Alimentario Argentino incluyó al té verde y aún no considera al té blanco."
La producción argentina se ubica entre los 22 y 26° de latitud sur en la zona de Misiones y Corrientes, en los clásicos suelos rojizos. No alcanzan a la calidad de los grandes tés de Assam o Darjeeling pero su calidad es respetable y se ha descubierto como  ideal para la elaboración de té frío.

Esta maravillosa bebida, que cambia de color de acuerdo al grado de oxidación y fermentación de sus hojas, ha acompañado al hombre por más de 5000 años y obviamente está plagada de leyendas e historias que la vuelve aún más fascinantes. Se le atribuye su descubrimiento a Shen Nung, emperador chino, quien descansaba bajo una bella camellia mientras bebía agua tibia sobre la cual cayeron unas hojas del árbol que no solo le brindaron un agradable sabor sino que además le reconfortó el cuerpo y espíritu. Por otro lado, en la India le atribuyen al monje Bodhidharma su descubrimiento quien lo utilizó para rezar por años sin dormir ni un solo día.


Entre las historias más locas y extrañas se encuentra la del descubrimiento del Genmaicha, té verde japonés con arroz tostado. Este té nace de una torpeza de un sirviente llamado Gen Mai quien atendía un refugio que era frecuentado por Samurais. Durante una reunión del alto mando al retirar los cuencos de arroz del almuerzo y traer el té, volcó arroz sobre el té y esta torpeza le costó la vida. Con la tranquilidad que caracteriza a los Samurai, volvieron a conversar mientras bebían este nuevo té, el cual resultó tan delicioso que provocó el arrepentimiento y en honor a Gen mai, le otorgaron su nombre al té.


Las hebras más finas y delicadas son cosechadas a mano, labor llevada a cabo por mujeres por su delicadeza y precisión. Es un trabajo tan estricto y calculado que a las cosechadoras se les paga por kilo, pero si sobrepasan los 15 kilos de cosecha en el día, les pagan una menor cantidad por haber sobreexigido a las plantas. Es muy lindo ver las plantaciones de té entre las cuales suelen caminar elefantes y perros, quienes se ocupan de atacar a las víboras que pueden poner en peligro la vida de las cosechadoras.


El té es una bebida que se debe beber tanto para hidratar el cuerpo, como para darle confort al espíritu. Son tantas sus beneficios que ninguna persona debería privarse de beber al menos una taza de té por día. Y en lo posible distintos tipos de té según la ocasión.


Por ejemplo en el desayuno les sugiero comenzar con unas hebras de té negro Ceylon o English Breakfast (blend de tés negros de diferentes orígenes), son fuertes y poseen un alto contenido de teína que al igual que la cafeína nos provee de energía. Luego de almorzar y sobre todo de un almuerzo sustancioso les propongo un té verde que no solo es relajante sino que además ayuda a combatir las grasas y mejora el funcionamiento del hígado.

No se imaginan lo mágica que es una taza de té verde después del asado del domingo

Y por la noche, lo ideal es terminar con un té blanco que les ayudará a conciliar el sueño y les aportará una dosis extra de antioxidantes que les permitirá renovar celular mientras duermen plácidamente.
"Disfrutar de una taza de té en hebras es un cariño para el alma"
Me imagino que se preguntarán si no resulta muy caro y prohibitivo beber un gran té, pero les aseguro que cuesta menos que una botellita de agua mineral o una gaseosa. Y desde ya les advierto que es un camino de ida, una vez que bebieron una taza de té en hebras de alta calidad no podrán dejar de beberlo.




Fuente: mdzol

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