HORNOS DE BARRO. Cuidar algunos detalles para cocinar mejor.
No recomiendan poner ladrillo refractario como piso ya que guarda mucho calor y obliga a dejar la puerta abierta del horno para bajarle la temperatura y con ello se enfría el resto del horno, ladrillo común es lo mejor. Para curarlo nos aconsejaban que no se debe encender mucho fuego la primera vez sino que en un proceso que debe durar varios días, se debe ir incrementando la cantidad de fuego en forma paulatina. Primero dejarlo secar bien, luego hacer un fuego de media hora con maderitas y ramas chicas. Dejarlo enfriar y al día siguiente iniciarlo con maderas chicas (de cajón de manzanas o pollos) y luego agregar leña dura durante una hora. Al siguiente encender un fuego de por lo menos dos horas. El horno se enciende con la puerta y la tronera abierta y debe permanecer hasta que la cúpula tome un color blanquecino por dentro. Luego se sacan casi todas las brasas y se espera que llegue a la temperatura correcta. Se tira un bollo de papel de diario a su interior, si se enciende muy rápido es porque está muy caliente. Si se va poniendo oscuro y a los 6 o 10 segundos enciende, es la temperatura justa; si se pone oscuro y no se enciende es porque esta frío. Es conveniente guardar un poco de brasas encendidas ya que a veces, para mantener la temperatura, es necesario agregarlas en la periferia del horno en el caso de cocciones largas.
Fuente: diariolaopinion
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