Según las excavaciones arqueológicas realizadas en Kostenki (Rusia), Bilancino (Italia) y Pavlov (República Checa), los cereales, su procesamiento para obtener la harina y la elaboración de pan podría tener una antigüedad de 30.000 años.
En las tres excavaciones se encontraron granos de almidón aplastados sobre piedras, no se trata de una coincidencia y da lugar a la posibilidad de que los humanos de aquella época no consumieran exclusivamente carne y grasa animal, también cereales y posiblemente una especie de pan rudimentario, esta es la conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores especialistas en antropología.
La evidencia de los granos de almidón de diferentes plantas silvestres en superficies que se asemejan a instrumentos de molienda parece ser una prueba evidente de ello, además, el hecho de que los contextos geográficos y ambientales sean variados, postula la posibilidad de que se tratara de una práctica extendida desde el noroeste europeo hasta la zona mediterránea central, con el tiempo las técnicas evolucionaron y se perfeccionaron. La harina y su procesamiento para la elaboración de pan, podría tener una antigüedad de 30.000 años.
Hasta el momento, para saber el tipo de alimentación de aquella época, se han realizado análisis y estudios sobre el desgaste de las piezas dentales, pero las evidencias arqueológicas muestran mucho más. Los investigadores han realizado incluso experimentos para comprobar si las técnicas empleadas en aquella época, utilizando dos fragmentos de piedra arenisca de tamaño y forma similar a los restos que se han encontrado en las excavaciones, podrían moler los granos para obtener harina, algo que se pudo constatar.
En las tres excavaciones se encontró almidón proveniente de granos de cereal, las fotografías muestran el desarrollo del experimento para la obtención de harinas con los métodos rudimentarios y como se puede apreciar, se puede obtener una harina bastante fina que se destinaría al consumo, posiblemente un pan plano muy primitivo. Los investigadores apuntan que los alimentos vegetales se utilizaban como parte de la dieta y la economía alimentaria de los cazadores recolectores del periodo Gravitense del paleolítico Superior.
Anteriormente se determinó que el uso de la harina databa de hace unos 10.000 años, posteriormente una excavación arqueológica en Israel mostraba la existencia de piedras o utensilios de molienda que databan de hace 20.000 años, ahora las tres excavaciones remontan un poco más la posible antigüedad de la harina y del pan, 30.000 años de antigüedad. Sería interesante retomar la lectura del post El consumo de cereales se inició hace más de 100.000 años, en él podemos conocer una investigación realizada por el arqueólogo Julio Mercader, el experto encontró pruebas (útiles de piedra) junto a granos de sorgo, cereal que se utiliza en la elaboración de la harina Misola. Parece que los nuevos descubrimientos destacan la importancia de los cereales y se acercan a las fechas que barajaba Julio Mercader.
Poco a poco podemos conocer más detalles sobre la alimentación y la cocina primitiva de nuestros ancestros. A través de este enlace podréis acceder a la información detallada sobre el experimento, la noticia ha sido publicada en la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).
Fuente: gastronomiaycia
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