domingo, 9 de agosto de 2015

La cocina de las 1.001 noches: Gastronomía árabe

Para los árabes, la comida es el verdadero lazo de unión de todos los pueblos... más incluso que el idioma. Cuscús de Marruecos, brik de Túnez, dulces de Siria, hummus de Palestina o mezze libaneses... y aunque cada cocina tiene sus platos y peculiaridades, la legendaria hospitalidad árabe les une.


Cuscús o kebabs... puede ser lo primero que le venga a la cabeza a uno al hablar de cocina árabe. Pero la cocina que se extiende desde Marruecos hasta Omán... es tan rica, que podríamos cocinar durante 1.001 noches sin repetir un solo plato. Para los árabes, la comida es el verdadero lazo de unión de todos los pueblos... más incluso que el idioma. Cuscús de Marruecos, brik de Túnez, dulces de Siria, hummus de Palestina o mezze libaneses... y aunque cada cocina tiene sus platos y peculiaridades, la legendaria hospitalidad  árabe les une.

La gastronomía se ha ido forjando a partir de una larga historia de comercio y conquistas... de hecho, se trata de la historia más larga. No en vano, Mesopotamia es la cuna de la civilización, el lugar donde el hombre decidió establecerse y cultivar la tierra... y donde se localiza el Jardín del Edén, la llamada ‘tierra de leche y miel’.

Y a partir de ahí, todas las civilizaciones e imperios que se han sucedido en la región, todas las conquistas... han dejado su impronta en forma de ingredientes y platos. El imperio otomano, los persas, los mongoles... Además, las rutas comerciales que a lo largo de la historia han atravesado la región, como la ruta de la seda o la ruta de las especias, han llevado y traído ingredientes. Asimismo, la orografía ha marcado las costumbres gastronómicas. El desierto, con sus rigores... han hecho la mesa siempre esté abierta a acoger al que viene de fuera. Por su origen nómada... un beduino jamás pregunta a un forastero, simplemente le da de comer y beber. La hospitalidad es la bandera que une todas y cada una de las cocinas del norte de África y de Oriente Medio.

Junto a la hospitalidad, el idioma árabe es el nexo de unión de lo que llamamos gastronomía árabe.  Los países del norte de África comparten muchas tradiciones e influencias culinarias de Oriente medio... pero tiene su identidad propia. Se trata de una cocina rica y delicada con influencias que van desde los bereberes a los franceses. El Tajín, el cuscús o la pastilla... son platos característicos de la cocina de Marruecos. En Túnez, donde se funden África y Europa, uno de sus platos más famosos es el brik a l’oeuf, pasta filo rellena con yema de huevo y frita.

Aunque la cocina más famosa en el mundo árabe es la del levante mediterráneo, es decir, la gastronomía de Líbano, Siria, Israel y Palestina. En esta región nacieron las tres regiones monoteístas: el Islam, el Cristianismo y el Judaísmo... lo que a su vez ha condicionado la gastronomía. De aquí son algunos de los platos más imprescindibles de la cocina árabe, como el hummus, el falafel o el kefta.

Y si algo comparten todos estos pueblos, además del idioma... es su gusto por lo dulce. Los rigores del desierto y del clima han despertado el lado más goloso y una auténtica pasión por la miel, el azúcar y todo tipo de dulces y pastelillos hechos con dátiles, almendras y otros frutos secos.



Fuente: demoslavueltaaldia

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